TL;DR

Lo esencial: OpenAI e Instacart han lanzado una aplicación de compras totalmente integrada dentro de ChatGPT que permite a los usuarios navegar y comprar alimentos sin salir del chat. Detalles clave: Impulsada por el Protocolo de Comercio Agentic, la integración se conecta a 100.000 tiendas y utiliza Stripe para pagos seguros. Por qué es importante: Esto marca un cambio de la investigación pasiva al cumplimiento activo de las transacciones, desafiando a Amazon y Google por la”capa de acción”de Internet. Contexto: El lanzamiento pone fin a una breve”pausa”en las funciones de pago de ChatGPT e introduce un nuevo modelo de ingresos basado en tarifas de transacción en lugar de suscripciones.

OpenAI ha convertido ChatGPT en un terminal de punto de venta. Lanzada el lunes, una aplicación Instacart totalmente integrada ahora permite a los usuarios explorar catálogos y completar compras a través de”Pago instantáneo”sin tener que salir de la interfaz de chat.

Desarrollada por el Protocolo de comercio agente (ACP), un estándar abierto para transacciones de IA, la integración conecta el chatbot directamente a 100.000 tiendas físicas. La medida, que marca un cambio definitivo de la investigación pasiva al cumplimiento activo, pone fin efectivamente a la”pausa”en las funciones de pago reportadas el mes pasado.

Del chatbot al pago: el cambio técnico

La disponibilidad inmediata se limita a computadoras de escritorio y dispositivos móviles usuarios web, con soporte nativo para iOS y Android programado para las”próximas semanas”. Al reemplazar el modelo tradicional de”enlace”, el sistema requiere que los usuarios conecten su cuenta de Instacart solo una vez.

Una vez autenticado, la IA puede crear carritos y ejecutar pagos sin abrir una nueva pestaña, alterando fundamentalmente el recorrido del usuario de una serie de clics inconexos a una conversación unificada.

Promoción

El acoplamiento profundo de los modelos de razonamiento de OpenAI con el motor logístico de Instacart impulsa la mecánica de esta integración.

El recorrido del usuario está diseñado para ser sencillo, comenzando con un paso de autenticación único donde los usuarios vinculan sus cuentas de Instacart.

Una vez conectada, la IA aprovecha sus capacidades de razonamiento para traducir planes de alimentación amplios o solicitudes específicas en inventario real disponible en las tiendas cercanas. En lugar de simplemente generar una lista de texto, el modelo construye activamente un carrito de compras lleno de existencias en tiempo real de minoristas locales.

Lo más importante es que se elimina la fricción del proceso de pago. Los usuarios pueden revisar su carrito y ejecutar el pago sin tener que salir de la ventana de ChatGPT, eliminando la necesidad de alternar entre pestañas o aplicaciones.

Este enfoque de comercio”sin cabeza”trata efectivamente la interfaz de chat como el escaparate, mientras que la logística de backend de recolección, embalaje y entrega de última milla se transfiere sin problemas a la fuerza laboral existente de compradores de Instacart para el cumplimiento físico.

Superar el importante obstáculo técnico requiere sincronización con datos de inventario en tiempo real. Al conectarse a una base de datos en vivo de 1.800 carteles minoristas y 100.000 tiendas, la IA aborda el persistente problema de las”alucinaciones”donde los chatbots inventan productos que no existen o enumeran precios que están desactualizados.

Al basar las respuestas del modelo en los datos estructurados de Instacart, el sistema garantiza que una sugerencia de”fresas orgánicas”corresponda al stock real en un minorista local.

Destacado Ante la dificultad de esta sincronización, Anirban Kundu, director de tecnología de Instacart, afirmó:”Impulsar las compras de comestibles dentro de un agente de IA requiere tecnología que comprenda el inventario altamente local en constante cambio y lo convierta en decisiones precisas y en tiempo real. La plataforma de Instacart hace precisamente eso”.

Bajo el capó, esto marca la primera implementación comercial del Protocolo de comercio agente (ACP), un estándar abierto que permite una conversación entre compradores, sus agentes de IA y empresas, para un socio de bienes físicos. Más allá de las limitaciones de”solo investigación”de iteraciones anteriores, el sistema utiliza Stripe para gestionar el intercambio financiero.

De esta manera se garantiza la seguridad del pago, un requisito necesario para convencer a los usuarios de que confíen en un modelo de IA generativa con datos confidenciales de tarjetas de crédito.

Colapsar el embudo de marketing de”inspiración”(generación de recetas) a”transacción”(entrega) sigue siendo el objetivo final. En lugar de buscar una receta en un sitio, crear una lista en otro y verificar en un tercero, todo el proceso ocurre dentro de la ventana de chat.

Al describir esta visión unificada, Nick Turley, vicepresidente y director de ChatGPT en OpenAI, dijo:”Con la aplicación Instacart directamente en ChatGPT, los usuarios pueden pasar de la planificación de comidas al pago en una conversación única y fluida. Es otro paso para hacer realidad nuestra visión, donde la IA ofrece sugerencias útiles y se conecta directamente a servicios del mundo real.”

La economía de la agencia: monetización de la acción

OpenAI está claramente pasando de un modelo SaaS puro, dependiente de suscripciones Plus, a un modelo transaccional que captura valor en el punto de venta. Si bien la compañía no ha publicado públicamente una hoja de tarifas, el Protocolo de Comercio Agentico incluye disposiciones para una tarifa de transacción.

Tal estructura sugiere que OpenAI apunta a convertirse en un cobrador de peaje para la web agencial, tomando una parte de la actividad económica que genera.

Este desarrollo abre una nueva y lucrativa fuente de ingresos para OpenAI, yendo más allá de las limitaciones de las suscripciones de tarifa plana.

Al posicionar a sus agentes como la interfaz principal para el comercio, la empresa puede cobrar una”pequeña tarifa”por cada conversión exitosa que facilite.

Si bien el porcentaje exacto de este impuesto a las transacciones no se revela, efectivamente convierte al chatbot en un corredor afiliado de gran volumen, lo que permite a OpenAI monetizar el valor bruto de la mercancía (GMV) que fluye a través de su plataforma en lugar de solo el acceso de los usuarios.

OpenAI probablemente aplicará una tasa de aceptación entre el 0,5% y el 2%, significativamente más baja que la aplicación del 15-30%. impuestos a las tiendas, pero potencialmente extensos a escala de comestibles.

Surge una nueva capa económica donde la IA actúa como intermediario de gran volumen.

A diferencia del modelo publicitario tradicional de Google, que cobra a los comerciantes por los clics (intención), este modelo cobra por las ventas completadas (acción). En teoría, los comerciantes obtienen un mayor retorno de la inversión, ya que solo pagan cuando se produce una transacción.

Sin embargo, también introduce un nuevo intermediario capaz de ejercer una presión significativa sobre los márgenes minoristas. Si ChatGPT se convierte en la interfaz principal para las compras de comestibles, OpenAI podría ejercer un poder de fijación de precios similar al de Apple o Google en la economía de las aplicaciones.

Panorama del comercio agente: la batalla por la capa de acción

Análisis comparativo de los principales agentes de compras de IA, sus estrategias de cumplimiento y modelos de monetización.

Las guerras de Walled Garden: Amazon vs. The Alliance

OpenAI está construyendo de manera efectiva una coalición de titulares para contrarrestar el dominio de Amazon. Al asociarse con Walmart, PayPal y ahora Instacart, el fabricante de IA agrega demanda a través de sus capacidades de razonamiento mientras depende de estos socios para la complicada logística del cumplimiento físico.

A través de esta estrategia de”Alianza”, OpenAI ofrece una experiencia de compra integral sin construir almacenes ni flotas de entrega.

Amazon ha respondido a la amenaza agente fortaleciendo su ecosistema. Para defender su territorio, el gigante del comercio electrónico bloquea la mayoría de los rastreadores de terceros y lanzó su propio asistente interno, Rufus, para mantener a los compradores dentro de su aplicación.

Los competidores están tomando caminos divergentes para resolver el mismo problema. Las herramientas de compras de inteligencia artificial de Google aprovechan una estrategia de”alto contacto”con agentes que pueden llamar físicamente a las tiendas para verificar el inventario, utilizando la amplia ventaja de datos de Shopping Graph de la compañía.

Mientras tanto, la función”Comprar con Pro”de Perplexity intenta ofrecer un pago universal, pero enfrenta fricciones por parte de los minoristas que quieren ser dueños de la relación y los datos del cliente.

En consecuencia, la web se está dividiendo en”agentes autorizados”, como Instacart en ChatGPT, y”bloqueados”. raspadores.”Esta bifurcación cambia fundamentalmente el SEO y el descubrimiento de productos. Es posible que las marcas pronto necesiten negociar el acceso directo a la API con empresas de inteligencia artificial para garantizar que sus productos sean visibles para los algoritmos que toman las decisiones de compra.

Contexto estratégico: la hoja de ruta de la agencia

Este lanzamiento, que reemplaza explícitamente el estado del agente de compras que “primero la investigación”, pone fin a la pausa en las capacidades de pago instantáneo observada a fines de noviembre. Esa pausa parece haber sido un patrón de espera estratégico mientras se finalizaban las integraciones específicas de los socios.

La reactivación de la función indica que la “IA agente” ya no es una vista previa de la investigación sino un producto comercial listo para su implementación masiva.

La arquitectura de privacidad es un punto de venta central de este nuevo modelo. Al cerrar el círculo entre el usuario, la IA y el comerciante, el sistema evita la fuga de datos inherente a la publicidad programática.

La reciente confusión sobre las pruebas de anuncios  destacó la sensibilidad del usuario al uso de datos comerciales; el modelo de pago directo mantiene los datos de las transacciones dentro de un túnel seguro y cifrado entre el usuario y el comerciante.

Ya se están planificando futuras expansiones. La compatibilidad con billeteras digitales como Apple Pay y Google Pay reducirá aún más la fricción, haciendo realidad la promesa de”un clic”.

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