TL;DR

Lo esencial: The New York Times ha demandado a Perplexity AI por infracción de derechos de autor y dilución de marca registrada, apuntando a su modelo de negocio de”motor de respuesta”. Detalles clave: La denuncia revela que Perplexity gastó 48 millones de dólares en servicios en la nube en 2024, pero pagó 0 dólares por el contenido del NYT, a pesar de una valoración de 20 mil millones de dólares. Por qué es importante: esta demanda cuestiona la legalidad de la generación aumentada de recuperación (RAG) y busca responsabilizar a la IA por”alucinaciones”que dañan la reputación de la marca. Contexto: El caso se suma a una ola de litigios de editores como Dow Jones y Reddit, lo que intensifica el conflicto sobre el uso legítimo y la búsqueda por IA.

El New York Times ha demandado a Perplexity AI, alegando que el”motor de respuesta”de la startup copia ilegalmente millones de artículos para crear un producto sustituto que desvía el tráfico y los ingresos.

Presentada en el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Sur de Nueva York, la demanda federal apunta a la mecánica central de la generación aumentada de recuperación (RAG). Esta técnica recupera datos en tiempo real para determinar las respuestas de la IA. El Times sostiene que esta práctica constituye una “infracción masiva de derechos de autor” tanto en la etapa de entrada como en la de salida.

Más allá de las reclamaciones de derechos de autor, la demanda introduce una teoría legal novedosa: la dilución de la marca registrada por “deslustre”. El editor alega que las “alucinaciones” de la IA de Perplexity (texto fabricado y atribuido falsamente al periódico) dañan su reputación de precisión.

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El’motor de respuesta’a prueba: atacando el modelo RAG

Un elemento central de la queja es el argumento de que el modelo de negocio de Perplexity es fundamentalmente parásito. La demanda cuestiona la legalidad de la generación aumentada de recuperación (RAG), la tecnología que permite a la IA obtener datos en tiempo real para responder consultas.

El Times sostiene que la infracción de Perplexity se produce en dos fases distintas: la extracción inicial de datos (entrada) y la generación de resúmenes (salida).

Su demanda describe una teoría doble de violación de derechos de autor que apunta tanto a cómo aprende la IA como a qué aprende. produce. En el nivel de”entrada”, la demanda alega que los rastreadores web de Perplexity, identificados específicamente como”PerplexityBot”y”Perplexity-User”, recopilan ilegalmente grandes cantidades de datos.

Esto implica extraer contenido no solo del propio dominio del Times sino también de plataformas de terceros para construir un índice de búsqueda”AI-First”. Este índice sirve como base de conocimiento en tiempo real que alimenta los modelos de lenguaje grandes (LLM) cada vez que un usuario hace una pregunta.

La infracción supuestamente se extiende a la etapa de”salida”, donde la IA genera sus respuestas. El Times afirma que estos resúmenes son a menudo idénticos o sustancialmente similares a los informes originales, en lugar de nuevos trabajos transformadores.

La presentación afirma que para potenciar estas herramientas, Perplexity ha copiado, distribuido y mostrado efectivamente millones de trabajos protegidos, que van desde artículos escritos hasta activos multimedia como videos y podcasts, sin permiso.

Esta teoría de dos etapas intenta cerrar una laguna jurídica que a menudo explotan las empresas de IA, que argumentan que los datos de entrenamiento son transformadores pero los resultados son generativos. Al apuntar al mecanismo de recuperación en sí, The Times está atacando directamente el concepto de”motor de respuesta”.

A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales que generan tráfico a través de enlaces, la denuncia alega que Perplexity se comercializa explícitamente como un reemplazo de la fuente. Citando la campaña de marketing”Skip the Links”de Perplexity, la presentación la presenta como evidencia de la intención de eliminar a los editores intermedios.

La demanda enmarca esta estrategia de marketing no como innovación, sino como un intento deliberado de eludir a los creadores de contenido:

“Perplexity ofrece productos comerciales a sus propios usuarios que sustituyen al Times, sin permiso ni remuneración y, de hecho, a pesar de las objeciones expresas y repetidas del Times”.

Este efecto de sustitución es cuantificable; Los datos de tráfico de referencia sugieren que los robots de IA envían un 95,7% menos de tráfico que los motores de búsqueda tradicionales. Tal modelo de negocio, sostiene la demanda, destruye el incentivo económico para el periodismo original en el que se basa.

El director ejecutivo de Perplexity, Aravind Srinivas, ha descrito anteriormente que el objetivo de la empresa es proporcionar respuestas directas en lugar de una lista de sitios web. Al defender el modelo, Srinivas sostiene que las respuestas directas son una evolución necesaria de la tecnología de búsqueda:

“El principio en Perplexity es que no debes decir nada que no recuperes, lo cual es incluso más poderoso que RAG porque RAG simplemente dice:’Está bien, usa este contexto adicional y escribe una respuesta'”.

Empañamiento de marcas comerciales: responsabilidad por alucinaciones de IA

En una expansión significativa Como estrategia legal contra la IA, The Times está demandando por dilución de marca por “empañamiento”. El editor argumenta que cuando Perplexity atribuye información falsa al periódico, daña la reputación de precisión de la marca.

Esta afirmación va más allá del robo de propiedad intelectual para abordar el daño a la reputación causado por errores generativos.

La presentación detalla una forma específica de daño a la reputación arraigada en la Ley Lanham, argumentando que el uso indebido de la marca del Times por parte de Perplexity va más allá del simple robo. El núcleo de este argumento es que el motor de IA genera con frecuencia”alucinaciones”(texto fabricado que nunca apareció en el periódico) y al mismo tiempo muestra las famosas marcas registradas del Times junto a las falsedades.

Esta atribución falsa, afirma el editor, engaña a los usuarios haciéndoles creer que los errores son el resultado de los informes del Times.

Además, la denuncia alega que incluso cuando la IA recupera contenido real, a menudo produce resúmenes engañosamente incompletos. Al mostrar estas versiones distorsionadas junto al logotipo del Times sin revelar las omisiones, Perplexity supuestamente hace pasar reproducciones inferiores como periodismo de alta calidad asociado con la marca.

Específicamente, la denuncia cita un caso en el que Perplexity supuestamente inventó una reseña de Wirecutter recomendando un producto que había sido retirado del mercado por razones de seguridad. Dichos errores no son meros fallos técnicos sino, según la demanda, daños legales procesables.

La demanda argumenta que estas fabricaciones hacen más que simplemente desinformar; engañan activamente al usuario sobre la fuente de la información. Al colocar las marcas registradas del Times junto a”alucinaciones”generadas por IA o resúmenes muy redactados, Perplexity supuestamente crea una”denominación de origen falsa”.

La presentación sostiene que esta práctica engaña a los lectores haciéndoles creer que el periódico respaldó, patrocinó o creó explícitamente el contenido, negociando efectivamente con la credibilidad del Times y transfiriendo la culpa de los errores de la IA a la reputación del editor.

Esta teoría legal intenta responsabilizar a las empresas de IA por la calidad de su producción, no solo por la procedencia de sus datos de entrenamiento. Aprovecha la Ley Lanham para argumentar que la atribución falsa es una forma de daño a la marca.

Srinivas ha afirmado anteriormente que citar fuentes es un mecanismo para reducir tales errores. Cuando se le preguntó sobre la cuestión de la precisión, señaló:”¿Supongo que está diciendo que realmente quiere ceñirse a la verdad representada por el texto escrito por humanos en Internet? Correcto”.

Sin embargo, la demanda argumenta que las citaciones por sí solas no eximen a la plataforma de responsabilidad por generar contenido falso.

La economía de la extracción: 48 millones de dólares para la nube, cero para el contenido

En una divulgación de datos financieros privados poco comunes, el La queja revela una disparidad significativa en las prioridades de gasto de Perplexity. La presentación muestra una imagen de una empresa con costos operativos significativos pero sin presupuesto de contenido, que depende completamente del trabajo “gratuito” de los periodistas:

“De hecho, según un informe de noticias, en 2024 Perplexity gastó 48 millones de dólares en servicios en la nube, pagó 19 millones de dólares por talento y pagó 8 millones de dólares a Anthropic y OpenAI para usar sus modelos, pero no pagó nada al Times por usar Times Content para impulsar sus productos”.

Destacando esto desequilibrio, la presentación señala que si bien Perplexity paga a proveedores de modelos como Anthropic y OpenAI, no paga nada a los editores que proporcionan la base fáctica. Esta estructura económica es fundamental para el argumento de la demanda de que Perplexity se aprovecha de la inversión de las salas de redacción.

El editor caracteriza este modelo de negocio como una extracción explotadora de valor:

“La última valoración de Perplexity en 20 mil millones de dólares y su éxito en la recaudación de fondos de casi 1,5 mil millones de dólares son indicativos de la transferencia ilegal potencialmente masiva de valor económico de creadores de contenido originales como The Times a Perplexity”.

Con un Con una valoración que se eleva a 20.000 millones de dólares y casi 1.500 millones de dólares en financiación de capital de riesgo, Perplexity representa una transferencia sustancial de valor de los creadores de contenidos a las plataformas tecnológicas, según la denuncia. El Times contrasta esta valoración con la realidad financiera del periodismo, argumentando que tal apropiación no es innovación sino robo.

Guerra técnica: rastreadores sigilosos y bloques duros

La demanda, que detalla un juego técnico del gato y el ratón, describe la lucha entre los equipos de seguridad del editor y los robots de la startup de inteligencia artificial. El Times implementó un”bloqueo duro”del rastreador declarado de Perplexity en noviembre de 2024, seguido de un bloqueo de su agente de usuario en julio de 2025.

A pesar de estas medidas, la denuncia alega que Perplexity registró más de 175.000 intentos de acceso solo en agosto de 2025. Un portavoz del periódico condenó el desprecio de la empresa por las denegaciones de acceso explícitas:

“Si bien creemos en el uso y desarrollo ético y responsable de la IA, nos oponemos firmemente al uso sin licencia de nuestro contenido por parte de Perplexity para desarrollar y promocionar sus productos”.

La presentación acusa a Perplexity de utilizar tácticas de “rastreo sigiloso”, como la suplantación de agentes de usuario de Google Chrome y la rotación de direcciones IP para evadir la detección. Estas acusaciones corroboran hallazgos anteriores de la empresa de seguridad web Cloudflare, que identificó evidencia de rastreo sigiloso a mediados de 2025.

Cloudflare dice que ya ha bloqueado 416 mil millones de IA. visitas de bots, lo que resalta la escala del problema del scraping automatizado que enfrenta la web abierta.

Un patrón de conflicto: de Amazon a Dow Jones

Esta demanda, que marca el último de una serie de desafíos legales de alto perfil, señala una ofensiva coordinada de la industria contra Perplexity. Esto sigue a demandas de derechos de autor similares presentadas por News Corp (Dow Jones) y una demanda de Reddit, ambas alegando scraping no autorizado.

El equipo de comunicaciones de Perplexity ha enmarcado la demanda como una inevitabilidad histórica de las tecnologías disruptivas. Jesse Dwyer, jefe de comunicaciones de Perplexity AI, declaró:

“Los editores han estado demandando a nuevas empresas de tecnología durante cien años, comenzando con la radio, la televisión, Internet, las redes sociales y ahora la IA. Afortunadamente, nunca ha funcionado, o de lo contrario todos estaríamos hablando de esto por telégrafo”.

Sin embargo, la presión está aumentando desde múltiples frentes.

Amazon también ha amenazado con acciones legales, enviando un cese y desistimiento. de Amazon sobre el agente de compras”Comet”de Perplexity. En un contraste notable, mientras demandaba a Perplexity, The Times negoció con éxito un acuerdo por el que otorgaba licencias de contenido a Amazon para sus plataformas de inteligencia artificial.

En un intento de mitigar estos conflictos, Perplexity lanzó un modelo de reparto de ingresos con los editores, pero los principales medios lo rechazaron en gran medida a favor de un litigio o una licencia directa con gigantes tecnológicos más grandes.

Aunque consiguió una asociación con Getty Images, la industria editorial en general sigue siendo hostil. El Times demandó anteriormente a Microsoft y OpenAI a finales de 2023, consolidándose como el principal litigante en la batalla por los derechos de autor de la IA.

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