El gigante tecnológico chino Baidu presentó dos nuevos chips de IA personalizados en su evento anual de desarrolladores en Beijing el jueves, acelerando el impulso del país hacia la autosuficiencia tecnológica. Los procesadores Kunlunxin M100 y M300 están diseñados para inferencia y entrenamiento de IA, respectivamente.

El anuncio se relaciona directamente con un nuevo mandato gubernamental que prohíbe chips extranjeros en centros de datos financiados por el estado. Esta medida posiciona a Baidu para capturar un mercado interno protegido, creando una poderosa alternativa local al hardware de líderes estadounidenses como Nvidia.

Marca una escalada significativa en la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China, a medida que Beijing construye una industria de IA verticalmente integrada y protegida de las sanciones estadounidenses.

Un movimiento calculado en la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China

En su evento anual para desarrolladores en Beijing, Baidu detalló su ambiciosa hoja de ruta de hardware, una contramedida directa a la intensificación de las restricciones estadounidenses.

El Kunlunxin M100, cuyo lanzamiento está previsto para 2026, apunta al mercado de inferencia de gran volumen, crucial para implementar servicios de IA a escala. A continuación, en 2027, el M300 abordará las exigentes necesidades de entrenamiento de modelos masivos de IA multimodal.

Este lanzamiento estratégico está programado para capitalizar un importante cambio de política de Beijing, cuyo objetivo es crear una industria nacional de semiconductores de circuito cerrado.

En respuesta a la escalada de sanciones estadounidenses, Beijing ordenó recientemente que todos los nuevos centros de datos financiados por el estado deben utilizar exclusivamente procesadores nacionales.

Esta política industrial agresiva va más allá y ordena que los proyectos con menos del 30% de avance detengan y eliminen físicamente cualquier hardware extranjero instalado. La directiva efectivamente cierra un segmento importante del mercado a competidores extranjeros como Nvidia, AMD e Intel.

Para Nvidia, el impacto ha sido severo e inmediato. Como afirmó recientemente el director ejecutivo Jensen Huang,”pasamos del 95 % de participación de mercado al cero por ciento, por lo que no puedo imaginar que ningún responsable de la formulación de políticas piense que es una buena idea”.

Las propias acciones de Washington han solidificado esta nueva realidad. El gobierno de Estados Unidos confirmó recientemente una prohibición definitiva de los chips de la serie Blackwell más potentes de Nvidia para el mercado chino, eliminando cualquier ambigüedad sobre su estrategia a largo plazo.

La Casa Blanca aclaró la postura de la administración, afirmando que”en cuanto a los chips más avanzados, el chip’Blackwell’, no es algo que estemos interesados en vender a China en este momento”.

Esta escalada de ojo por ojo ha transformado el mercado chino en un mercado chino. ecosistema protegido donde las empresas nacionales son ahora la opción predeterminada, respaldada por el Estado, para proyectos de infraestructura crítica.

Construcción de un ecosistema de IA autosuficiente

La estrategia de Baidu se extiende mucho más allá del simple diseño de silicio; está construyendo una pila de IA nacional completa para rivalizar con las ofertas occidentales. Junto con los nuevos chips, Baidu anunció sus sistemas de agrupación en clústeres Tianchi.

Los Tianchi256 y Tianchi512 están diseñados para vincular cientos de chips en supercomputadoras potentes y unificadas capaces de manejar cargas de trabajo complejas de IA. Este hardware integrado impulsará el nuevo Ernie 5.0 de Baidu, un enorme modelo de IA multimodal que cuenta con una impresionante 2,4 billones de parámetros.

Este impulso para la integración vertical es un respuesta directa a lo que Robin Li, director ejecutivo de Baidu, llama una estructura industrial”insalubre”.

Sostiene que el modelo actual recompensa desproporcionadamente a los desarrolladores de modelos y chips fundamentales, una clara referencia al poder de mercado de empresas como OpenAI y Nvidia.

Al controlar toda la pila, desde el hardware hasta el software, Baidu pretende capturar más valor y ofrecer una alternativa soberana y rentable a sus clientes empresariales. El vicepresidente ejecutivo de Baidu, Shen Dou, enfatizó que el objetivo es proporcionar”potencia informática de IA potente, de bajo costo y controlable”.

El principal rival nacional, Huawei, ya ha logrado avances significativos con sus chips de IA de la serie Ascend, convirtiéndose en el líder de facto tras las sanciones de Estados Unidos.

Jensen Huang, de Nvidia, ha advertido repetidamente contra la subestimación de la competencia, señalando que”es una tontería subestimar la El poder de China y el increíble espíritu competitivo de Huawei. Esta es una empresa con una tecnología extraordinaria”.

Si bien Baidu no ha confirmado oficialmente su socio de fabricación para los nuevos chips Kunlunxin, se presume que es una fundición nacional como SMIC, lo que aísla aún más su cadena de suministro de presiones geopolíticas y posibles sanciones futuras.

SMIC acaba de comenzar a probar la primera máquina de litografía ultravioleta profunda (DUV) de producción nacional. Al desarrollar sus propias herramientas avanzadas de fabricación de chips, Beijing está haciendo una jugada de alto riesgo para construir una industria nacional resiliente y rediseñar el mapa global de semiconductores.

Los gigantes globales adoptan la integración vertical

Mientras Baidu desarrolla sus capacidades nacionales, los gigantes tecnológicos occidentales están siguiendo estrategias casi idénticas de integración vertical.

El inmenso gasto de capital, la volatilidad de la cadena de suministro y la intensa competencia de la carrera armamentista de IA están presionando a todos los principales actores para que diseñen su propio hardware personalizado. Esta tendencia global subraya una comprensión compartida de que controlar el silicio subyacente es una ventaja competitiva crítica.

Google, por ejemplo, anunció recientemente la disponibilidad general de su potente TPU Ironwood, dirigido directamente a cargas de trabajo de inferencia de IA.

Microsoft también está tomando medidas agresivas para controlar el destino de su hardware y reducir su dependencia de proveedores externos. El director ejecutivo Satya Nadella confirmó recientemente que Microsoft está otorgando licencias de IP de chips de IA personalizados directamente de su socio OpenAI para acelerar su propio desarrollo de silicio.

Esto permite a Microsoft crear una pila de hardware y software estrechamente diseñada en conjunto, optimizando el rendimiento y el costo. Nadella explicó la razón detrás de evitar la dependencia del proveedor, afirmando que”no se puede construir una infraestructura que esté optimizada para un modelo. Si se hace eso… toda la infraestructura que se haya construido será un desperdicio”.

Este giro en toda la industria hacia el silicio personalizado destaca un cambio fundamental en el mercado. La dependencia de un único proveedor dominante como Nvidia se considera ahora un riesgo estratégico importante.

En consecuencia, las empresas están buscando activamente alternativas. Informes no confirmados incluso sugieren que Microsoft está desarrollando herramientas para traducir el código CUDA propietario de Nvidia para ejecutarlo en hardware AMD más rentable, erosionando aún más el foso de software de Nvidia.

Por lo tanto, el anuncio de Baidu no es sólo una reacción a las sanciones; es la entrada estratégica de China en una carrera global para poseer el oleoducto de IA de extremo a extremo, reflejando las mismas acciones de sus rivales estadounidenses.

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