El gobierno de China ha prohibido los chips de IA fabricados en el extranjero en nuevos centros de datos financiados por el estado, lo que marca una escalada significativa en su rivalidad tecnológica con Estados Unidos.

La nueva directiva exige que estos proyectos de infraestructura crítica utilicen solo procesadores nacionales, según un informe de Reuters. Tal política asesta un duro golpe a empresas estadounidenses como Nvidia, AMD e Intel al dejarlas fuera de un mercado clave.

La medida de Beijing es su paso más agresivo hasta el momento hacia el logro de la autosuficiencia tecnológica, con el objetivo de eliminar la dependencia del hardware estadounidense y reforzar a campeones nacionales como Huawei en medio de tensiones geopolíticas en curso.

Beijing exige chips nacionales en proyectos de IA financiados por el estado

En una medida decisiva para aislar su sector tecnológico, Beijing ha ordenado que cualquier nuevo proyecto de centro de datos que reciba fondos estatales debe utilizar exclusivamente chips de IA diseñados y fabricados en el país.

Se informa que las autoridades reguladoras han ordenado proyectos que están completos en menos del 30% para detener y eliminar cualquier hardware extranjero instalado. Para los gigantes estadounidenses de chips como Nvidia, AMD e Intel, la directiva representa un cierre casi total del mercado para las iniciativas respaldadas por el gobierno.

El impacto financiero fue inmediato y claro, ya que las acciones de AMD cayeron aproximadamente un 4% en las operaciones previas a la comercialización después de que se conoció la noticia, mientras que tanto Nvidia como Intel vieron sus acciones caer alrededor de un 1%.

La nueva política formaliza una tendencia acelerada. Hace apenas unos meses, en agosto de 2025, Beijing había implementado una regla menos estricta que exigía que los centros de computación públicos obtuvieran más del 50% de sus chips de empresas chinas, una política que era una expansión de mandatos regionales anteriores. El mandato del 100% de hoy señala una dirección política irreversible.

Las políticas volátiles de Washington han influido mucho en este resultado. Su actual postura de línea dura sigue a un año caótico centrado en el chip H20 de Nvidia, de menor capacidad y diseñado específicamente para China.

En abril, la administración Trump prohibió por primera vez el H20, lo que obligó a Nvidia a asumir un cargo de 5.500 millones de dólares sobre su inventario.

Sin embargo, apenas tres meses después, la Casa Blanca ejecutó una sorprendente reversión y levantó la prohibición, una medida destinada a impedir que Huawei dominara completamente el mercado.

Tal política de latigazo finalmente resultó contraproducente, ya que Beijing lanzó su propia investigación de seguridad sobre los chips H20 por temor a puertas traseras ocultas.

Ahora, la Casa Blanca ha consolidado su posición, confirmando una prohibición definitiva de los potentes chips de la serie Blackwell de Nvidia para el mercado chino.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró: “En cuanto a los chips más avanzados, el chip’Blackwell’, no es algo que nos interese en vender a China en este momento”.

El presidente Donald Trump se hizo eco de este sentimiento, diciendo que Washington”les permitiría tratar con Nvidia, pero no en términos de los más avanzados”, según el informe de Reuters.

Para Nvidia, las consecuencias para su negocio en China han sido devastadoras. El director ejecutivo, Jensen Huang, lamentó recientemente el colapso y afirmó:”Pasamos del 95 % de participación de mercado al cero por ciento, por lo que no puedo imaginar que ningún formulador de políticas piense que es una buena idea”.

Una estrategia coordinada: subsidios y reglas de adquisiciones

Mientras Washington endurece los controles de exportación, China está ejecutando una contraestrategia de múltiples frentes centrada en lograr la soberanía tecnológica.

La prohibición de adquisiciones de Beijing está respaldada por una sólida política industrial diseñada para hacer de los chips nacionales alternativas viables. Beijing recientemente comenzó a ofrecer subsidios energéticos masivos de hasta el 50 % a sus centros de datos más grandes.

De manera crucial, estos subsidios están destinados a respaldar las instalaciones que utilizan procesadores de IA de cosecha propia, compensando su mayor consumo de energía en comparación con el hardware más maduro de Nvidia.

Al reducir los costos operativos, Beijing está haciendo que sus campeones nacionales sean económicamente competitivos. Tal impulso está alimentando a los mismos competidores que Washington buscaba contener.

Huawei es el beneficiario más destacado, ya que ha aumentado significativamente la producción de sus chips de IA de la serie Ascend.

Sin embargo, esta estrategia se extiende más allá de un solo campeón. China está cultivando una variedad de empresas de chips de IA, incluidos actores más pequeños como Cambricon, que cotiza en Shanghai, y nuevas empresas como MetaX, Moore Threads y Enflame.

A pesar de su progreso, estas empresas han tenido dificultades para abrirse paso en el mercado, ya que los desarrolladores acostumbrados al ecosistema de software confiable de Nvidia se han mostrado reacios a cambiar. Un nuevo mandato ahora obliga a esa transición.

Reforzados por el apoyo estatal, los analistas ahora proyectan que los chips para servidores de IA fabricados en el país capturarán el 40% de todo el mercado chino para fines de 2025, según proyecciones de analistas.

El CEO de Nvidia ha advertido repetidamente contra la subestimación de su nuevo rival.”Es una tontería subestimar el poder de China y el increíble espíritu competitivo de Huawei”, afirmó.”Esta es una empresa con una tecnología extraordinaria”.

Nvidia gira hacia la India a medida que el mercado chino colapsa

Ante una pérdida casi total del mercado chino, Nvidia está acelerando su expansión a otras regiones de alto crecimiento.

La compañía está dando un importante giro estratégico hacia la India y recientemente se unió a la India Deep Tech Alliance como miembro fundador y asesor estratégico.

Este movimiento alinea a Nvidia con un poderoso grupo de inversores que han comprometido una enorme cantidad de 2 mil millones de dólares para fomentar nuevas empresas indias en tecnologías fundamentales como semiconductores e inteligencia artificial.

El papel de Nvidia se centrará en brindar orientación técnica y retroalimentación sobre políticas, aprovechando su experiencia para ayudar a construir un nuevo ecosistema desde cero.

Su impulso de inversión se ejecuta en paralelo con una importante iniciativa del gobierno indio. Nueva Delhi lanzó recientemente un plan de 12 mil millones de dólares para reforzar las capacidades de investigación y desarrollo del país, con el objetivo de hacer la transición de su economía de los servicios a la manufactura y la innovación.

Si bien la India tiene un sector de servicios fuerte, el financiamiento de riesgo para nuevas empresas de tecnología profunda se ha quedado atrás, representando solo una quinta parte del financiamiento total para nuevas empresas el año pasado a pesar de un aumento del 78%.

Una nueva alianza apunta a cerrar esa brecha. Este cambio subraya un realineamiento más amplio en el panorama tecnológico global, donde las tensiones geopolíticas están obligando a las empresas a elegir bando. Con la puerta al mercado de alta gama de China firmemente cerrada, Nvidia está apostando por mercados aliados como India para impulsar su crecimiento futuro.

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