Las acciones de Microsoft cayeron casi un 4% en las operaciones fuera de horario del miércoles, una caída sorprendente dado que la compañía acababa de publicar resultados trimestrales que superaron las expectativas de Wall Street.

Su reacción paradójica resalta un mercado que lucha con los inmensos costos a largo plazo de la revolución de la IA generativa, incluso cuando celebra sus primeros éxitos.

Un pronóstico único y crucial desencadenó la caída: Microsoft acelerará significativamente su gasto de capital en infraestructura de IA en el año fiscal. 2026.

Las noticias sobre el plan de gastos, que señalan un camino más costoso por delante, eclipsaron por completo un acuerdo de asociación histórico finalizado con OpenAI apenas un día antes, que reestructuró la alianza crítica para una nueva era.

Inversores asustados por la ola de gasto en IA a pesar del buen trimestre

A pesar de publicar resultados estelares en el primer trimestre, Microsoft no pudo escapar de la ansiedad de los inversores sobre su gasto futuro. La compañía reportó unos impresionantes ingresos de 77.670 millones de dólares, impulsados ​​por un notable aumento del 40% en su negocio de nube Azure, un claro beneficiario del actual auge de la IA. Estas sólidas cifras normalmente impulsarían las acciones de una empresa.

Sin embargo, las ganancias positivas fueron rápidamente eclipsadas por la orientación de la jefa de finanzas Amy Hood.

Durante la conferencia de ganancias, Hood confirmó que la tasa de crecimiento de los gastos de capital se acelerará en el año fiscal. 2026, una reversión directa de los pronósticos anteriores que proyectaban una desaceleración.

Para los inversores, este giro sugiere que los costos de desarrollar la IA están creciendo más rápido de lo previsto, lo que podría reducir los márgenes de ganancias futuros. Algunos analistas vieron la noticia como una advertencia explosiva que asustó al mercado.

Poniendo un número a la inversión, el gasto de capital de Microsoft sólo durante el primer trimestre alcanzó la enorme cifra de 34.900 millones de dólares. Esta cifra representa un asombroso aumento del 74 % año tras año, un claro indicador de la agresiva expansión en curso.

Los fondos están impulsando planes para aumentar la capacidad de IA en más del 80 % y duplicar la huella global del centro de datos de la compañía en los próximos dos años.

Un acuerdo histórico reconstruido para una nueva era de asociación

Al finalizar un acuerdo histórico que remodela su alianza crítica, Microsoft y OpenAI pusieron un Pon fin a meses de tensión de alto riesgo justo un día antes del informe de ganancias.

El nuevo acuerdo definitivo resuelve conflictos pasados y establece una base más estable para su colaboración a largo plazo, que es vital para las estrategias de ambas compañías.

Un elemento central de la nueva estructura es la reorganización completa de OpenAI en una Corporación de Beneficio Público (PBC) con fines de lucro. El control final de esta entidad comercial permanece en la organización sin fines de lucro original, ahora rebautizada como OpenAI Foundation.

El presidente de la junta directiva, Bret Taylor, explicó el propósito del modelo:”la organización sin fines de lucro mantiene el control de la organización con fines de lucro y ahora tiene un camino directo a recursos importantes antes de que llegue AGI”.

Bajo este acuerdo, Microsoft solidifica su posición con una inversión valorada en alrededor de $135 mil millones, lo que se traduce en una participación del 27% en OpenAI PBC. La Fundación OpenAI, a su vez, posee una participación accionaria valorada aproximadamente en $130 mil millones de dólares.

Como señaló Taylor, esto crea un círculo virtuoso para su misión de beneficio público:”Cuanto más éxito tenga OpenAI como empresa, más valdrá la participación accionaria de la organización sin fines de lucro, que ésta utilizará para financiar su trabajo filantrópico”.

De manera crucial, el acuerdo neutraliza el polémico”día del juicio final de AGI”. cláusula”de su contrato original.

Esa disposición representaba una amenaza existencial para Microsoft, ya que podría haber permitido a OpenAI declarar unilateralmente que había logrado Inteligencia Artificial General y restringir severamente el acceso de Microsoft a los modelos fundamentales que impulsan sus servicios Copilot y Azure.

El CEO Satya Nadella había descartado previamente esa posibilidad, afirmando,”nosotros autoreclamamos algún hito de AGI, eso es simplemente un hacking de referencia sin sentido”.

En A cambio de esta estabilidad, los derechos de propiedad intelectual de Microsoft para los modelos OpenAI se extienden hasta 2032 y ahora incluyen explícitamente sistemas post-AGI.

Ambas compañías reforzaron su visión compartida, afirmando:”A medida que avanzamos en este próximo capítulo de nuestra asociación, ambas compañías están mejor posicionadas que nunca para continuar construyendo excelentes productos que satisfagan las necesidades del mundo real…”

El alto costo de liderar la carrera de infraestructura de IA

En un Como medida que refleja una carrera armamentista en toda la industria por el dominio de la IA, los planes de gasto de Microsoft no están sucediendo en el vacío.

El pronóstico de gasto de capital acelerado lo coloca junto a competidores como Meta y Alphabet, que también están invirtiendo miles de millones en la construcción de la infraestructura necesaria para respaldar la IA de próxima generación. Esta ola de gastos en toda la industria subraya la inmensa inversión inicial necesaria para competir.

Esta resolución sigue a un período de fricción intensa y a menudo pública que comenzó después de que OpenAI revirtió una separación corporativa planificada en mayo de 2025, lo que desencadenó negociaciones difíciles. El nuevo acuerdo fue esencial para ir más allá de esa incertidumbre y redefinir los términos de su colaboración.

Un componente clave de la asociación renovada es un nuevo acuerdo masivo de computación en la nube, en el que OpenAI se compromete a comprar una cantidad adicional de 250 mil millones de dólares en servicios de Azure.

Sin embargo, en un cambio estratégico importante, Microsoft ya no tendrá el derecho de preferencia para ser el proveedor de computación de OpenAI. Esto reconoce formalmente la estrategia de múltiples nubes del laboratorio de IA y le otorga una mayor flexibilidad operativa.

En última instancia, el acuerdo refina los términos de la asociación para reflejar una colaboración entre iguales. Para los inversores, sin embargo, el foco inmediato sigue siendo el asombroso costo de ese liderazgo, una realidad que se refleja en el desempeño de las acciones del miércoles.

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