El gigante holandés de los semiconductores, ASML, envió un mensaje contradictorio a los inversores el miércoles, publicando sólidos resultados financieros en el tercer trimestre impulsados por el auge de la IA y, al mismo tiempo, emitiendo una severa advertencia sobre su futuro en China. La empresa obtuvo unas impresionantes ventas netas de 7.500 millones de euros y unos ingresos netos de 2.100 millones de euros.
Los nuevos pedidos, un indicador clave de los ingresos futuros, alcanzaron un nivel saludable 5.400 millones de euros en el tercer trimestre. ASML también proyectó un cuarto trimestre sólido y se espera que las ventas alcancen entre 9,2 y 9,8 mil millones de euros. Sin embargo, esta fortaleza financiera se vio eclipsada por las crecientes tensiones geopolíticas.
El director ejecutivo Christophe Fouquet se dirigió directamente al elefante en la sala y pronosticó una caída”significativa”en la demanda de los clientes y las ventas en China para 2026. Esta esperada desaceleración es una consecuencia directa del endurecimiento de los controles de exportación de Estados Unidos destinados a frenar las ambiciones tecnológicas de Beijing.
El auge de la IA impulsa un fuerte trimestre a medida que se acumulan las nubes geopolíticas
A pesar de la tormenta geopolítica que se avecina, la actual fiebre del oro de la IA continúa llenando las arcas de ASML. La empresa mantuvo su previsión de que las ventas anuales aumenten alrededor del 15% este año. Ha sorteado con éxito las incertidumbres del mercado que causaron que sus acciones cayeran en julio.
En un comunicado, el director ejecutivo señaló que “las fuertes noticias sobre el compromiso con la IA han ayudado a reducir algunos de los incertidumbres actuales que la compañía señaló en el trimestre anterior”.
Enfatizó aún más el potencial a largo plazo y agregó:”también vemos que la IA podría crear mucho valor en nuestros productos en el futuro. Por lo tanto, seguimos viendo una gran oportunidad en nuestra hoja de ruta tecnológica”.
Esta confianza se refleja en el intento de la compañía de tranquilizar al mercado, afirmando que no espera que las ventas totales en 2026 caigan por debajo de 2025. niveles.
Aun así, los analistas se mantienen cautelosos. Ben Barringer de Quilter Cheviot describió las perspectivas para China como “un poco preocupantes considerando que el comité selecto de Estados Unidos está considerando potencialmente más restricciones”. Todos los ojos ahora se dirigen al próximo informe de ganancias de TSMC, el mayor cliente de ASML, para obtener más señales sobre la salud de la industria más adelante esta semana.
Una dura advertencia sobre las ventas en China
La advertencia de una caída de las ventas marca un momento crucial para ASML y la industria de semiconductores en general. La caída inminente indica un realineamiento fundamental de la cadena de suministro global, impulsado por las agresivas políticas de control de exportaciones de Washington que son un sello distintivo de la actual guerra tecnológica entre Estados Unidos y China.
Estados Unidos ha presionado implacablemente a sus aliados para impedir que las empresas chinas adquieran equipos de litografía avanzados, en particular las máquinas EUV (ultravioleta extrema) de última generación de ASML necesarias para los chips más avanzados.
Los informes han sugerido que ASML incluso posee un”interruptor de apagado”remoto para sus máquinas en Taiwán.
La retórica de los funcionarios estadounidenses a menudo ha sido contundente. El Secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, comentó anteriormente sobre la estrategia de limitar el acceso de China a la tecnología de primer nivel, afirmando:”no les vendemos nuestro mejor producto… El cuarto, queremos que China siga usándolo”.
Este enfoque ha obligado a China a acelerar sus propios programas tecnológicos internos.
La apuesta de alto riesgo de Beijing por la autosuficiencia
Ante un bloqueo tecnológico, China está invirtiendo enormes recursos para lograr la independencia de los semiconductores. Esta estrategia nacional, respaldada por un”Gran Fondo”de 47.500 millones de dólares, está comenzando a producir resultados tangibles, aunque desafiantes.
En un avance significativo, la principal fundición de China, SMIC, supuestamente comenzó a probar la primera máquina de litografía DUV (ultravioleta profunda) de fabricación local del país. Esto representa un paso crítico en el esfuerzo de Beijing por construir una industria nacional resiliente y libre de cuellos de botella extranjeros.
Este esfuerzo va en paralelo a la expansión masiva de Huawei de sus propias fábricas de chips, orientadas a la producción en masa de sus procesadores Ascend AI como alternativas nacionales al hardware restringido de Nvidia. Este impulso a la autosuficiencia es una respuesta directa a medidas como la decisión de Taiwán de incluir a Huawei y SMIC en la lista negra en junio.
Sin embargo, el camino está plagado de dificultades. Para producir chips más avanzados con DUV, los ingenieros deben utilizar técnicas complejas de patrones múltiples, donde los errores de alineación pueden acumularse y reducir drásticamente la cantidad de chips utilizables. Las fuentes sugieren que los equipos nacionales podrían sufrir”tasas de rendimiento fenomenalmente bajas”.
A pesar de los obstáculos, la determinación de Beijing parece inquebrantable. El fundador de Huawei, Ren Zhengfei, captó este espíritu desafiante y proclamó que”China romperá todas las restricciones para lograr un gran rejuvenecimiento”. Esta determinación señala el amanecer de una”gran divergencia tecnológica”, que fracturará el mercado global en esferas tecnológicas separadas y competitivas.