Un enorme auge del gasto en centros de datos de IA está apuntalando casi por sí solo la economía de EE. UU., impulsando el crecimiento del 92 % del PIB en la primera mitad de 2025. Según un sorprendente análisis realizado por el economista de Harvard Jason Furman, la economía se habría estancado con solo un 0,1 % de crecimiento sin esta inversión.

Este aumento sin precedentes surge de una creciente “carrera armamentista de computación de IA” entre gigantes tecnológicos como OpenAI y Meta, que están invirtiendo cientos de miles de millones en nueva infraestructura. Si bien este gasto impulsa la expansión económica del país, también alimenta las preocupaciones sobre una burbuja insostenible que enmascare debilidades en otros lugares.

La inversión en equipos y software de procesamiento de información representa el 4% del PIB.

Pero fue responsable del 92% del crecimiento del PIB en el primer semestre de este año.

El PIB, excluyendo estas categorías, creció a una tasa anual del 0,1% en el primer semestre. pic.twitter.com/7p1eAI1aAa

— Jason Furman (@jasonfurman) 27 de septiembre de 2025

La escala de la inversión es asombrosa. Según Morgan Stanley Wealth Management, el gasto de capital anual de los”hiperescaladores”en centros de datos se acerca a los 400 mil millones de dólares.

Como señala Lisa Shallet, directora de inversiones de la empresa, señaló que “en los últimos años, el gasto de capital del hiperescalador en centros de datos y elementos relacionados se ha cuadruplicado y se acerca a los 400 mil millones de dólares anualmente.”

La situación ha llevado a algunos a bromear diciendo que la aparente fortaleza de la economía es una ilusión. Como bromeó el escritor Rusty Foster de Today in Tabs , “nuestra economía podría consistir simplemente en tres datos de IA centros en una gabardina.”Los datos muestran que esto no está lejos de la verdad.

La gran carrera armamentista informática de IA

Esta guerra intensiva en capital está impulsada por lo que los líderes de la industria llaman una creciente carrera armamentista informática de IA.

La demanda de potencia de procesamiento para entrenar y ejecutar modelos de próxima generación ha superado la oferta, lo que ha obligado a las empresas a una ola de gasto defensiva y ofensiva donde el acceso a datos vastos y poderosos centros se ha convertido, como señalan los analistas, en una necesidad existencial.

OpenAI, un actor central, ha expresado su opinión sobre este desafío. El director ejecutivo Sam Altman ha argumentado repetidamente que”la infraestructura informática será la base de la economía del futuro…”, enmarcando la construcción como un imperativo fundamental.

El liderazgo de la empresa considera que asegurar la informática no es una opción, sino una parte central de su estrategia de supervivencia. Esta mentalidad está impulsada por el miedo a quedarse atrás. Como declaró sin rodeos el presidente de OpenAI, Greg Brockman:”Me preocupa mucho más que fracasemos debido a muy poca computación que a demasiada”.

Este sentimiento explica la urgencia detrás de la costosa estrategia de múltiples nubes y múltiples proveedores de la compañía, diseñada para evitar cuellos de botella y dependencia de un solo socio.

La presión es inmensa y obliga a las empresas a construir su propia infraestructura a una velocidad vertiginosa. Elon Musk, que se apresura a ponerse al día con su propia empresa xAI, señaló que cuando los proveedores existentes citaban plazos de 18 a 24 meses,”eso significaba que perder era una certeza. La única opción era hacerlo nosotros mismos”.

La magnitud del gasto está remodelando los pronósticos económicos. El gasto planificado de OpenAI de aproximadamente 850 mil millones de dólares representa casi la mitad del aumento global de infraestructura de IA de 2 billones de dólares que ahora pronostica HSBC. Este tsunami de capital es una respuesta directa a lo que la directora financiera de OpenAI, Sarah Friar, llama una”crisis informática masiva”.

Los rivales no se quedan quietos. Meta se ha comprometido a gastar “cientos de miles de millones” en sus propios centros de datos a escala de gigavatios, mientras que Google continúa invirtiendo miles de millones en expandir su propia infraestructura de inteligencia artificial para mantener el ritmo en esta carrera tecnológica de alto riesgo. (15)

Una red de ofertas de un billón de dólares

En el corazón de esta expansión está la orquestación por parte de OpenAI de una red de asociaciones masivas e interconectadas, muchas de ellas centradas en el reiniciado Proyecto Stargate.

Esta ambiciosa iniciativa de centro de datos, diseñada para construir la infraestructura de IA más avanzada del mundo, podría en última instancia, cuesta hasta 1 billón de dólares. El viaje de Stargate, sin embargo, ha sido turbulento.

La empresa se dio a conocer con inmensa fanfarria en la Casa Blanca en enero de 2025, posicionada como una coalición de 500 mil millones de dólares que incluye a SoftBank, Oracle y el fondo MGX de los Emiratos Árabes Unidos. En el lanzamiento, el presidente de SoftBank, Masayoshi Son, proclamó:”Este es el comienzo de nuestra era dorada”. Pero la gran visión rápidamente chocó con la realidad.

Al cabo de seis meses, los informes revelaron que el proyecto se había estancado debido a desacuerdos fundamentales sobre la ubicación del sitio. La parálisis fue tan grave que la entonces directora ejecutiva de Oracle, Safra Catz, dijo sin rodeos a los inversores que”stargate aún no se ha formado”, una contradicción con las declaraciones oficiales.

El proyecto se reinició decisivamente en agosto de 2025. El director financiero de SoftBank reconoció los retrasos y surgió un camino tangible a seguir con la adquisición de una antigua planta de Foxconn en Ohio para construir hardware de servidores. Ahora, está en marcha una expansión de más de 400 mil millones de dólares para cinco nuevos centros de datos en EE. UU.

Esta reactivación está respaldada por varios acuerdos colosales que forman la base de la estrategia de múltiples proveedores de OpenAI. Un histórico acuerdo de nube de cinco años y 300 mil millones de dólares con Oracle proporciona una base fundamental, asegurando 4,5 gigavatios de capacidad para Stargate.

Para financiar su parte del enorme gasto de capital, Oracle está buscando recaudar 15 mil millones de dólares del mercado de bonos corporativos

OpenAI también forjó una asociación histórica con NVIDIA, descrita en una carta de intención que podría hacer que el fabricante de chips invirtiera hasta 100 mil millones de dólares para implementar 10 gigavatios de sus sistemas de próxima generación.

El director ejecutivo de NVIDIA, Jensen Huang, enmarcó el acuerdo como un momento crítico y afirmó: “…esta asociación de inversión e infraestructura marca el siguiente paso adelante: implementar 10 gigavatios para impulsar la próxima era de la inteligencia.”

Más recientemente, OpenAI firmó un acuerdo multimillonario definitivo con AMD para implementar 6 gigavatios de sus GPU. El acuerdo incluye una garantía única que otorga a OpenAI una participación potencial del 10% en el fabricante de chips, alineando profundamente sus intereses. 

¿Burbuja industrial o revolución económica?

La magnitud de este gasto ha planteado dudas sobre una posible burbuja. Los críticos señalan un modelo de “financiación circular”, en el que los socios invierten en proyectos sólo para recuperarlos mediante ventas y arrendamientos de hardware. El fundador de Amazon, Jeff Bezos, lo ha llamado una”burbuja industrial”.

La tensión financiera ya se está notando. Un informe reciente reveló que la unidad de nube de inteligencia artificial de Oracle enfrenta márgenes de ganancias reducidos, en gran parte debido al alto costo de los chips Nvidia, lo que hizo caer sus acciones. Esto pone de relieve el inmenso riesgo para los proveedores de infraestructura.

A pesar de las preocupaciones, los líderes de la industria insisten en que la construcción es una respuesta necesaria a la creciente demanda. La directora financiera de OpenAI, Sarah Friar, ha señalado la”crisis masiva de computación. No hay suficiente computación para hacer todas las cosas que la IA puede hacer, por lo que necesitamos comenzar…”, argumentando que la inversión es esencial para liberar el potencial de la IA.

Otros argumentan que esto no es una burbuja sino una cambio económico fundamental. El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha reconocido la preocupación del público por los asombrosos costos, pero la compara con revoluciones tecnológicas pasadas y predice que el valor a largo plazo será “gigante para la sociedad”.

Hasta ahora, esto es sólo una promesa audaz basada en una apuesta de alto riesgo que, en última instancia, podría enviar a la economía mundial a una crisis económica global una vez que la locura del gasto masivo en IA pierda fuerza.

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