Apple ha pedido formalmente a un tribunal federal de Texas que desestime una demanda antimonopolio de las empresas de Elon Musk, xAI y X. La presentación legal del martes es la respuesta oficial de Apple a la demanda presentada en agosto, que acusa a la empresa y a su socio OpenAI de un plan ilegal para controlar los mercados de IA y teléfonos inteligentes.
Apple respondió que su elección de integrar primero la tecnología de OpenAI no era ilegal. Esta medida representa la última andanada en una guerra legal personal y en aumento entre Musk y los gigantes tecnológicos sobre el futuro de la inteligencia artificial.
En su moción de desestimación, Apple argumenta que las reclamaciones de daño antimonopolio por parte de las empresas de Musk se basan en”especulación sobre especulación”. Los abogados de la empresa afirman que las leyes antimonopolio no la obligan a asociarse con todos los chatbots de IA simultáneamente, independientemente de su calidad, seguridad o viabilidad técnica.
Apple responde a las reclamaciones antimonopolio
La presentación aborda directamente el núcleo de la queja de Musk. Los abogados de Apple escribieron que”es bien sabido que Apple tiene la intención de asociarse con otros chatbots de IA generativa en el futuro”. Esta declaración señala la estrategia de Apple de enmarcar su asociación con OpenAI como un punto de partida, no como un bloqueo exclusivo, lo que socava la acusación de comportamiento monopolístico.
La demanda original de xAI y X alega que Apple manipula sus clasificaciones en la App Store para favorecer injustamente a socios como OpenAI, sofocando la competencia de rivales como el chatbot Grok de xAI.
En la denuncia, xAI declaró: “A menos que el tribunal prohíbe la conducta ilegal de Apple y OpenAI, los acusados seguirán frustrando la competencia… y sus competidores… seguirán sufriendo las consecuencias anticompetitivas”.
Este desafío legal es la culminación de una disputa que se inició en la WWDC de Apple en junio de 2024. Cuando Apple anunció su plan para integrar ChatGPT con Siri, Musk inmediatamente amenazó con prohibir los dispositivos Apple en sus empresas.
Declaró públicamente:”Si Apple integra OpenAI a nivel del sistema operativo, entonces los dispositivos Apple serán prohibidos en mis empresas. Esa es una violación de seguridad inaceptable”, calificando la medida como una violación de seguridad inaceptable.
Apple y OpenAI rápidamente actuaron para contrarrestar estas acusaciones. El jefe de software de Apple, Craig Federighi, enfatizó que el control del usuario era primordial y señaló que”usted tiene el control sobre cuándo se usa ChatGPT y se le preguntará antes de compartir su información”.
Una batalla envuelta en promesas públicas y reversiones privadas
El momento de la demanda es particularmente incómodo para Musk. Se produce cuando el grupo de vigilancia Legal Advocates for Safe Science and Technology (LASST) reveló que xAI canceló en secreto su estatus de Corporación de Beneficio Público (PBC) en mayo de 2024. Esto socava directamente su argumento central contra OpenAI.
La demanda original de Musk contra OpenAI, presentada en marzo de 2024, acusó a la compañía de traicionar su misión fundacional, la de la humanidad, con fines de lucro. Sin embargo, el silencioso cambio de rumbo de xAI sugiere un giro similar que se aleja del bien social exigido legalmente.
Esta revelación ha generado duras críticas. Vivian Dong de LASST observó:”una vez que empiezas a canalizar miles de millones de dólares hacia una industria y sigues lo que es estrictamente un afán de lucro, a veces los mejores ángeles pasan a un segundo plano”. La medida fue tan discreta que los propios abogados de Musk aparentemente no lo sabían, y todavía describieron a xAI como un PBC en una presentación judicial un año después de que se retirara el estatus.
Una disputa empantanada en la “astucia”
Esta nueva demanda antimonopolio es el último capítulo de una guerra legal cada vez más personal y complicada. Después de la demanda inicial de Musk, OpenAI respondió con una contrademanda en abril de 2025. Lo acusó de una “campaña de acoso implacable” y de intentar una “opa falsa” para sabotear la empresa.
La disputa ha provocado duras reprimendas por parte del poder judicial. La jueza de distrito estadounidense Yvonne González Rogers, que preside los casos anteriores, ha criticado abiertamente a ambas partes por sus tácticas.
En un fallo de julio de 2025, afirmó que “el tribunal no desperdiciará valiosos recursos judiciales en la astucia de las partes”, lo que indica su impaciencia con el conflicto.
Más recientemente, la jueza Rogers negó el intento de Musk de desestimar El reclamo de acoso de OpenAI, lo que garantiza que las explosivas acusaciones procederán a juicio. Sus fallos pintan un cuadro de un conflicto impulsado más por la animosidad personal entre multimillonarios que por principios genuinos.