Mark Zuckerberg ha estado presionando a la administración Trump en un esfuerzo calculado para descarrilar un caso antimonopolio importante antes de llegar al juicio. El CEO de Meta ha realizado varias visitas a la Casa Blanca desde que el presidente Donald Trump regresó al cargo, instando a los altos funcionarios a intervenir en la demanda de la Comisión Federal de Comercio que desafía las adquisiciones de Meta de Instagram y WhatsApp.
El caso de la FTC, originalmente en 2020, alega que Meta se trasladó a la adquisición emergente en orden a una orden de neutralización a neutralizar la competencia. La agencia está tratando de relajar ambas adquisiciones, argumentando que fueron diseñadas para afianzar el dominio de Meta en las redes sociales personales. Si bien Meta insiste en que los acuerdos mejoraron la experiencia del consumidor a través de la integración, el juicio, programado para el 14 de abril de 2025, podría obligar a la compañía a desinvertir activos centrales si pierde.
Zuckerberg no confía solo en argumentos legales. According to The Wall Street Journal, he has encouraged Trump and key officials to frame both U.S. and European regulatory scrutiny as economically motivated and harmful to American companies. This lobbying is part of a broader push to portray global tech regulation as a trade dispute, with Meta caught in the middle.
Executive Tension and Potential Intervención
El esfuerzo puede estar ganando tracción. El presidente de la FTC, Andrew Ferguson, declaró recientemente que”obedecería las órdenes legales”del presidente, incluida una directiva para retirar la demanda, aunque dejó en claro que este era un escenario hipotético. Su respuesta, reportada por The Verge , destaca la presión política ahora que ahora rodea el caso, incluso en el caso de la agencia. Independencia.
Trump ya ha dado a conocer su posición. En a febrero 2025 membrete , se describe a eu regulatorio como”toats-tuttuart”dirigido a empresas tecnológicas estadounidenses. En * The Joe Rogan Experience * a principios de este año, Zuckerberg hizo eco del sentimiento, diciendo que las compañías estadounidenses habían pagado más de 30 mil millones de euros en multas a los reguladores de la UE en las últimas dos décadas.