A partir del 12 de septiembre, Google, el principal motor de búsqueda mundial, defenderá su posición contra acusaciones de comportamiento monopolístico y anticompetitivo. El Departamento de Justicia de EE. UU. (DoJ) inició una demanda civil antimonopolio contra Google en octubre de 2020, acusando al gigante tecnológico de monopolizar las búsquedas y la publicidad basada en búsquedas.

A esto le siguió una denuncia separada de los fiscales generales de 35 estados, el Distrito de Columbia, Puerto Rico y Guam. Estos casos ahora se han fusionado en uno solo. El juicio examinará los”acuerdos de trato exclusivo”de Google con empresas como Apple y Samsung y su práctica de preinstalar sus servicios en dispositivos Android.

El núcleo de las acusaciones

El gobierno de EE. UU. afirma que Google ha establecido ilegalmente su dominio en las búsquedas en línea al firmar contratos exclusivos con fabricantes de dispositivos, operadores móviles y otras entidades, dejando poco espacio para los competidores. Estos contratos supuestamente convirtieron a Google Search en el sistema predeterminado. u opción exclusiva en numerosos dispositivos, lo que podría perjudicar a competidores como Microsoft Bing y DuckDuckGo.

La queja del gobierno sugiere que los acuerdos de Google con los fabricantes de dispositivos y los requisitos de su sistema operativo Android para que las empresas de teléfonos inteligentes preinstalen otras aplicaciones propiedad de Google son anticompetitivos.

La defensa de Google

Google sostiene que su dominio no es el resultado de ninguna actividad ilegal sino más bien de la calidad superior de su motor de búsqueda y de las preferencias de los consumidores. Kent Walker, presidente de asuntos globales de Google, enfatizó: “La gente no usa Google porque tiene que hacerlo, sino porque quiere. Es fácil cambiar el motor de búsqueda predeterminado: hace tiempo que ya pasamos la era del acceso telefónico a Internet y los CD-ROM”.

Este juicio es significativo ya que es el primer caso antimonopolio importante contra una empresa de tecnología en más de dos décadas. Si se confirman las acusaciones, Google podría enfrentarse a importantes medidas correctivas, que podrían incluir una división de su negocio o un mandato para revisar sus operaciones. Independientemente del resultado, este caso es un testimonio del creciente escrutinio que enfrentan los gigantes tecnológicos. con respecto a sus prácticas de mercado.

Por supuesto, Google se ha encontrado en problemas con el Departamento de Justicia en los EE. UU. y la Comisión Europea en Europa varias veces. A principios de este año, el Departamento de Justicia acusó a la empresa de destruir pruebas al eliminar chats entre empleados. En noviembre pasado, Google acordó pagar cientos de millones de dólares a 40 estados en el mayor acuerdo antimonopolio de la legislación estadounidense. 

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